sábado, 4 de agosto de 2007

Mis marisquitos, que ricos son

'Juan del Maritxu de Pasajes' ©Xavier Landa/gourmet-image


Cumpleaños, aniversarios o San Porquequiero. Los amigos de lo dulce, lo dulce. Pero, los amigos de lo salado, tampoco lo pasan nada mal para celebrar con cualquier excusa los días más largos, el sol, las siestecitas, las tertulias sin horario a la luz de las estrellas.

Saint-Jean-de-Luz, en verano, es una sucursal de París. Pero, en sandalias y bermudas... de Hermès, claro. Noches de marisco y músicas de todo el mundo, acompañadas de champagne o cócteles atrevidos.

A este lado de los Pirineos, Juan, del Maritxu de Pasajes, tiene langostas y bogavantes que son una provocación. Y por sus precios, también. El euro, a uno y otro lado de la frontera, es la misma moneda. Pero, en este, duele tan poco que hasta repetirías en su casa todos los días.

Entrad en nuestra colección de pescados y mariscos. ¡Es del todo estimulante!. Que aproveche, a la vista.

2 comentarios:

  1. Vaya envidia de cocineros que tienen en Euskal Herria.
    Ya podrían darse una vueltecita por Chile y deleitarse con nuestros mariscos, tenemos una variedad enorme.
    Solo de ver nuestros mejillones(choritos), y no te digo nada del Choro zapato, el nombre ya lo dice todo, no?
    Ya me gustaría celebrar mi cumple, o como en el País de las Maravillas, mi no-cumple, por ahí en Saint-Jean-de-Lux, que conozco de día, pero no la fortuna de concerlo de noche.
    Ya habrá tiempo, no?
    Un saludo!!!

    http://www1.fotolog.com/txilekoa/22438920

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  2. Mi entrada era un aviso de que cerquita de Bilbao, ¿a menos de una hora? hay un lugar discreto pero maravilloso por la frescura de sus productos y su relación calidad-precio. Así se puede celebrar sin que nos duela.
    Lo de la France es sólo en verano. El ayuntamietno organiza el ambiente callejero para amenizar la estancia de los parisinos. Terrazas como las del café Le Madrid tienen mariachis, otras, grupos de jazz; luego una escuela de samba recorre las calles y en el kiosko de la plaza hay baile. Pero, los únicos que bailamos somos los de este lado del Pirineo. Los demás, miran.
    Y ¡vivan las almejas chilenas!
    Muxu bat Txilekoa!

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