martes, 29 de enero de 2008

Conociendo al personal

Corbata de jamón ibérico © Xavier Landa/gourmet-image

J.- Buenos días. Permítanme que me presente. Soy ibérico, de pura raza. Estoy atravesando la plena madurez y pertenezco a una familia de las de toda la vida. Mi reputación me está abriendo las puertas del mundo. Estos últimos meses, me paseo por China y Estados Unidos. Para algunos, puedo pasar inadvertido. Demasiado salado, para otros. Pero, en general, en recepciones y fiestas, estoy en boca de todos, elegante, aromático, satinado y untuoso.

T.F.- Muy buenos y sabrosos, ¡cuerpo!. Hay turistas a los que les choca la visión de un par de piernas sudorosas, colgadas del techo de los bares, con la manicura negro pasión repintada. Una confidencia: Lo que a nosotros nos "mosquea", es la cantidad de trailers de perniles crudos congelados provenientes de los países del Este, dirección a muchos secaderos.

J.- En todas las familias hay un garbanzo negro.

T.F.- Pues, a tomar nota. Aunque, a importadores con condiciones estrictas de trazabilidad no "se la dan con queso".

2 comentarios:

  1. A estas horas le daría un bocado a esa suculenta corbata...

    EGR

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  2. Gracias por el piropo. Pero, lo sentimos. Los prescriptores médicos de nuestra web no recomiendan verla en ayudas, por las consecuencias que aumento de salivación e inquietud digestiva que ello conlleva. Sí lo está, en casos de inapetencia, falta de inspiración o motivación. Entonces, es como la Quina. Y, algunas veces, también se sube a la cabeza, como la Quina.

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