Cesta de la huerta © Álvaro Barrientos/gourmet-imageLa mayor satisfacción que se puede tener: que nueve años después de venir alguien a tu restaurante se acuerde de lo que comió.
Estuvimos comiendo ahí en el año 2000 y fue una experiencia muy agradable. En especial, recuerdo unos tomates de Narbarte de color un poco rosado y que estaban buenísimos. Y la extensa carta de rones :-)
A Alberto Ortiz de Zárate, ya le hemos contestado que hemos cambiado lo de dar de comer al hambriento en horario de restaurante, por lo de la fotografía gastronómica. Pero, que se pase por nuestra huerta, que no le van a faltar tomates. Y nos ha dicho que está de viaje por aquí cerca. Así que igual hoy se lleva unos cuantos, para quitarse la espinita.
gourmet-image practica lo que predica. Este verano estamos disfrutando como nunca de los tesoros que nos devuelve haber trabajado nuestra huerta con esfuerzo y cariño. Ha habido que esperar, porque aquí las cosas llegan más despacio. Pero, los tomates de Baztan (con simiente de Narbarte) están en su mejor momento, piel finísima, olor intenso, color brillante, interior macizo, casi sin pepitas y sabor glorioso.
Fueron una de nuestras mejores bazas en el restaurante. La elaboración del plato, una ensalada, estaba en la huerta. Luego, pelarlos, por hacer algo, un buen aceite virgen extra y un poco de sal. El resultado, quedarse alojados en la memoria de los que los eligieron en la carta:
PRIMEROS
Ensalada de tomate ecológico de Baztan
...y así ha sido: Ana y yo hemos visitado la huerta, hemos hablado con los tomates en su mata y hemos acabado abrumados por vuestra excepcional acogida.
ResponderEliminarTal como os dije en la cena, ese tomate vuestro es el que cultiva Platón en su Mundo de las Ideas: el sabor del tomate ideal es justo ese.
Muchas gracias por abrirnos vuestra casa y os emplazo a futuras aventuras.
Un abrazo
¡Hecho!
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