Destellos marinos: Los bancos de anchoas suben a alimentarse por la noche e iluminan de plata la mar, con la complicidad de la luna.
Belleza también en el plato. Aceitunas rellenas de anchoas, pincho de anchoa sobre una rebanada de pan, anchoas crudas con aceite, vinagre y sal, paté de anchoas, filetes de anchoas en una pizza o sobre unos crujientes cogollos de Tudela, cazuela de anchoas fritas con ajos.
Y, en las estanterías de los supermercados: tarros delicatessen de filetes de anchoa en aceite de oliva virgen extra, latas de anchoas enteras en sal.
Pescadores del Cantábrico de los de toda la vida, científicos y algunos políticos llevan un año de acuerdo. La anchoa de nuestro mar frío peligra y hay que hacer algo. El año pasado, se decretó el cierre de la pesquería. Este año Bruselas se ratifica en las mismas, a pesar de las presiones de Francia. Este pececito es muy sensible a corrientes y temperaturas. Si, además, no se respetan sus ciclos reproductivos, pues el problema amenaza su supervivencia. La avaricia rompe la red (pelágica). ¿Llegaremos a tiempo, esta vez?. El tema está, de nuevo, de actualidad. Entra en este reportaje que publicamos el verano pasado para el grupo Vocento, o en nuestra web para ver muchas fotos sobre él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario