El calentamiento de los ríos y la sequía. Ese es el argumento del Gobierno de Navarra para prohibir la pesca de la trucha en los ríos salmoneros.
* A parte de borrar la trucha "a la navarra" del menú del restaurante, a los pescadores se les ha quedado cara de tontos, cuando ven pescar a sus vecinos franceses en los ríos de frontera, como el Bidasoa.
Dice el Gobierno que los problemas por los que atraviesa la trucha no los han provocado los pescadores. Pero se les prohibe, a los de este lado, hasta la modalidad de pesca sin muerte, y la pesca de todas las especies, salvo el salmón. La temporada empieza el día 1.
* Todo un espectáculo para pescar los 50 salmones de cupo permitidos, teniendo en cuenta la cantidad de federados navarros que están deseando quitar el polvo a sus cañas.
*Un consejo a la Administración, analicen el agua.
Otro, el pescador se considera vigía del río. Si les dan carta blanca para hacer las veces de guarda, seguro que encuentran el motivo de la desaparición de las truchas: los vertidos contaminantes de empresas. Los ríos huelen a Purín nº 5, taladrina y esencias varias.
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