En un lugar del valle del Baztan de cuyo nombre sí quiero acordarme, Irurita, como se viene haciendo desde hace más de treinta años, ayer se celebró el Día del danzari txiki.
Dos días antes, el Día Internacional de la Danza llenó teatros y escenarios de todo el mundo.
Volviendo a la localidad de ochocientos habitantes, los que ya peinan canas decían que el programa no había variado en treinta años.
En una entrevista que le hicimos para el especial Fin de Año 2006 del Dominical (Grupo Z), Lucía Lacarra, primera bailarina en Alemania, nos recordaba que la danza vasca ha aportado dos pasos muy conocidos al ballet clásico. Lacarra apuesta por una danza viva, en donde todos los estilos son bien recibidos. Pero, también insiste en que hay que mantener la clásica en su estado puro -lo mismo que en las bibliotecas mantenemos nuestras joyas de la Literatura-, para no perder de vista las fuentes, el origen de nuestra cultura.
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