miércoles, 12 de septiembre de 2007
Pan para hoy, hambre para mañana... ¡Se acabó!
Por aquello de que las penas con pan son menos, el panadero de Monforte -una pequeña localidad gallega- ha encontrado la solución. El servicio de urgencias 24 horas al que le forzaba más de un vecino olvidadizo, al vivir justo encima del negocio, ha sido sustituído por una máquina expendedora.
La noticia saltó como una curiosidad a los medios de comunicación. Pero está haciendo reflexionar al gremio y a los consumidores. El pan se repone a diario y cuesta lo mismo que en su negocio. Y... a dormir, ¡que bastante madrugan los de la masa madre!.
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